SOBRE LOS HEROES
Bolívar, ¿estás orgulloso de nosotros?, creo que no.
Y creo que no porque diste tu vida, tu tranquilidad, tu fortuna a la gran causa americana, la patria virgen amada del universo, Latinoamérica. Viviste con sacrificio para enseñar con el ejemplo, pero los hombres no oyen el llamado, solo oyen su propia voz. No saben que es belleza, ni gallardía, ni perfección. El pan se acumula en los grandes banquetes y siempre escasea en la mesa del humilde y la justicia tiene tapada los dos ojos.
Querías un imperio, no en el sentido de la conquista para avasallar, era para guiar a los hombres. Un pueblo que se uniera a la humanidad para estar en el conjunto de naciones, pero también para defenderse si el mundo la ofendiese como dijiste, pero en el presente los países se pelean tu gloria y confunden tu mensaje.
Pretendías una patria de guerreros como en Esparta, valientes y dispuestos. Pero la valentía hoy es terrorismo y la disposición es avaricia.
Soñabas con una tierra de poetas, con la poesía que promete, ahora esa poesía es perseguida, es peligrosa.
Idealizabas un hogar de alucinados por la tierra sacra que los vio nacer, pero el hermano vende al hermano y se roba a la patria y se trafica con sus penas.
Ansiabas un terruño de creyentes en lo imposible, pero en nuestros días hay fanáticos que construyen sobre huesos y sangre. Se cree más en los partidos que en la metafísica de la patria, nadie nace jamás miembro de un partido político. Todos nacemos miembros de una familia, nacidos del mismo suelo, honrando a los viejos.
Anhelabas un país noble como Francia, a la cual admirabas por su el honor y el estilo caballeresco. Pero el honor se vende al presente al mejor postor y ser caballero es ser necio. Ahora solo hay cobardes que secuestran.
Perseguías que los hombres lideraran a tu pueblo, pero estos hombres aquí y ahora como antes, son también sacrificados, vilipendiados. Se hacen estatuas, fiestas nacionales, puentes y estatuas con sus nombres. Pero no se les honra cumpliendo con el deber de seguir su obra y castigar a los culpables y se sirve de la memoria de los caídos para la mentira, para el juego, para la treta. Encuentran inoportuno tu recuerdo y el de tus leales, de este lado del sur, del amado sur: Torres, Mosquera, Obando, Lopez, Caldas, Ulloa, Arboleda porque la lista es corta. Son pocos los llamados a la gloria.
Amabas la unión y ahora regiones quieren independizarse, no respetan los pergaminos de la República, adoran los edictos reales, hacer repúblicas de marionetas, porque lo hermosísimo los aburre, les da pereza, solo quiere su propio plato lleno. Tu no eras anti nada y los nuevos creyentes son anti todo como si la libertad fuera demente.
Y en América, en nuestra América ya no hay razas, si hay al contario una nueva estirpe que se volvió más pura al mezclarse con sus iguales. Como el mismo vasco Bolibar, con b grande, que le toco elegir entre la ley de la sangre y la ley de la tierra, y que solo Él, el gran guerrero las juro en America.
Bolívar Padre y tus nobles, no creo que estés orgullos de nosotros, de esta patria fácil, mediocre y sensual y nos miras desde el cielo de los guerreros, del Walhalla de los puros, con profunda tristeza y abandono.
Gustavo Adolfo Constaín Ruales
Marzo 11 de 2010, Año de nuestro señor
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