El primer levantamiento independentista se produce en Charcas, hoy Sucre, en Bolivia el 25 de mayo de 1809. A su vez en todo el continente, para evitar una confrontación militar, los patriotas hispanoamericanos propusieron una fórmula de transición basada en traspasar la autoridad política a los cabildos capitalinos transformados en Cabildos Abiertos, y éstos en Juntas de Gobierno regionales, elegidas por el pueblo, y consideradas como la máxima autoridad. Uno de los primeros en poner en marcha estos cabildos autogestionados fue México (que proclamó la independencia en 1813). La instauración de estos Cabildos, primer paso para la independencia, fue la siguiente: Caracas el 18 de abril de 1810 (con la independencia sellada tras una batalla el 24 de mayo de 1821), virreinato de Río de la Plata con el cabildo de Buenos Aires el 25 de mayo de 1810 (independencia definitiva en 1816), virreinato de la Nueva Granada con el cabildo de Santafé de Bogotá el 20 de julio de 1810 (independencia definitiva de Colombia en 1819), Capitanía General de Chile con el cabildo de Santiago de Chile el 18 de septiembre de 1810 (independencia definitiva 1818) y Quito el 19 de septiembre de 1810 (Guayaquil proclama la independencia en 1820 y Quito en 1822). - fuente: El Pais.
Lugar Salón de los Espejos de la Gobernación del Cauca
Fecha 3 de Diciembre del 2009
Entrada Libre
“Cauca Vive Su Historia”
AGENDA 5:00 -5:15 Himnos y Video Más Colombia
5:15 – 5:20 Palabras deL Gobernador del Cauca Dr. Guillermo Alberto González Mosquera
5.20 – 5:30 Antecedentes del Encuentro Local “Antioquia Vive Su Historia” a cargo de la Dra. María Cecilia Donado García Alta Consejera Presidencial para el Bicentenario
5:30 – 5:50 Conferencia Dr. María Teresa Pérez – Popayán en la Fundación de la República
5:50 – 6:15 Conferencia Dr. Alfonso Valencia Llano 6:10 – 6:30 Conferencia Dr. David Prado 6:30 – 7:00 Sesión de preguntas
COMISIÓN BICENTENARIO BUSCA PARTICIPACIÓN DE GREMIOS
El Presidente de la Comisión Bicentenario del Cauca, Ingeniero GUILLERMO ALBERTO GONZÁLEZ MOSQUERA, convoca a los miembros del Consejo Gremial y Empresarial del Cauca a una reunión el día martes 24 de Noviembre a las 9:30 a.m., en el Salón de los Comerciantes de la Cámara de Comercio del Cauca.
El objetivo de este encuentro, es vincular de manera proactiva a los miembros del Consejo Gremial y Empresarial a los actos de conmemoración y celebración del II Centenario de la Independencia, en la medida que los eventos a realizar en el año 2010 le pueden brindar al gremio una oportunidad para desarrollar diversas actividades de enorme significado, en el campo de la responsabilidad social.
Conmemoración del Bicentenario Avanzan por buen camino los preparativos de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia, que incluye un centenar de actividades culturales y educativas en todo el Departamento, promovidas por la Gobernación del Cauca y que en pocas semanas se darán a conocer públicamente.
Sin embargo, el Secretario Ejecutivo de la Comisión Bicentenario del Cauca, MARCO VALENCIA CALLE, señaló que “lamento que varias administraciones municipales no entiendan la dimensión política e histórica de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y a pesar de los múltiples llamados, no han reportado la organización de comités locales, ni tienen prevista una programación para este evento de carácter internacional”.
Desde el Gobierno Departamental, se reitera la invitación a los Alcaldes y a la comunidad en general, para que se apropien de esta conmemoración que pretende como lo ha expresado el Gobernador del Cauca, GUILLERMO ALBERTO GONZÁLEZ MOSQUERA, “reconocernos como región y así realzar nuestro papel en la independencia, además para tener un esquema de justicia social y de progreso generalizado”.
Hoy 20 de noviembre del 2009 se celebran 200 años de la aprobación que hizo el cabildo de Santafé al documento escrito por Camilo Torres titulado Representación del cabildo de Santafé capital del Nuevo Reino de Granada a la Suprema Junta Central de España. El documento fue conocido posteriormente como El Memorial de Agravios. Esta Representación es considerada la codificación de los principios inspiradores de la independencia.
(Fuente: Web Alta Consejeria para el Bicentenario)
La Academia de Historia del Cauca se integra a la programación nacional que se viene desarrollando por parte de la Alta Consejería Presidencial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, y al cual se vincula la Comisión del Bicentenario del Departamento del Cauca, con el propósito de dar a conocer algunos de los múltiples procesos que condujeron al cambio del sistema colonial por uno de carácter representativo, que se instauró con la creación de la República de Colombia.
Las transformación ocurridas entonces, entre los años de 1808 a 1828, fueron resultado de dinámicas sociales, económicas, culturales, educativas y, por supuesto, de grandes confrontaciones políticas, que tenían su origen: en las orientaciones que la monarquía hispánica le imprimía a las medidas que imponía a las colonias de ultramar, así como en las relaciones sociales y de producción que se desarrollaban en el contexto de esas colonias. Es decir, las condiciones metropolitanas así como situaciones específicas coloniales fueron las causas de las transformaciones políticas que pusieron en jaque el dominio hispánico en América y, por ende, en la Nueva Granada (futura Colombia).
Por todo esto, el objetivo de estudiar aspectos particulares de la Independencia, bien sea en el contexto nacional o en el ámbito regional, requiere conocer, así sea someramente, las condiciones generales que atravesaban las coloniales en sus relaciones sociales, en su economía, en los asuntos políticos, culturales, en el carácter de la fuerza laboral, para comprender las tensiones que afrontaba el Nuevo Reino de Granada, y la Gobernación de Popayán, en el momento de la invasión napoleónica a España, preludio de los movimientos independentistas en nuestro hemisferio.
Con este criterio, la Academia de Historia ofrece la Cátedra de Historia “Bicentenario de la Independencia”, que programa a través de conferencias quincenales presentadas por expertos académicos, con las cuales pretender dar a conocer (a algunos), actualizar (a otros) importantes momentos y manifestaciones del pasado histórico regional, desde los tiempos coloniales, con énfasis en el proceso de la emancipación y los inicios republicanos, así como expresiones polìticas, sociales, económicas del siglo XIX, para culminar con importantes reflexiones sobre algunos problemas del siglo XX.
La Cátedra de Historia “Bicentenario de la Independencia” está dirigida a docentes, estudiantes de todos los niveles, y al público en general, pues el propósito es motivar el conocimiento de nuestra historia nacional y regional. La entrada es libre.
Quedan ustedes cordialmente invitados a compartir este encuentro del saber histórico, en donde su participación es importante, no sólo como asistente como deliberante en el foro que siempre se abre, al terminar cada exposición.
Al finalizar el Programa, se entregarán certificados de asistencia.
PROGRAMA
Doctora: María Cecilia Velásquez López, “Esclavos e Independencia o el trafico de la libertad”(Vice-Presidenta Academia de Historia del Cauca)
Fecha: Jueves 1 de octubre de 2009.
Lugar: Auditorio Club PopayánHora: 5:00 P.M.
Doctor: Luis Ervin Prado Arellano, “Clérigos y control social en la independencia (1820-1830)” (Profesor Depto. Historia, Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 15 de octubre de 2009
Lugar: Auditorio Club PopayánHora: 5:00 P.M.
Historiador: DavidFernando Prado Valencia, “La reelección presidencial en el inicio de la República: 1826”
Fecha: Jueves 29 de octubre de 2009.
Lugar: Auditorio Club PopayánHora: 5:00 P.M.
Doctora: Zamira Díaz López, “Las Haciendas de la Gobernación de Popayán: relaciones sociales y económicas (1780-1830)”(Presidenta Academia de Historia del Cauca, Profesora Depto. de Historia, Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 12 de noviembre del 2009
Lugar: Auditorio Club PopayánHora: 5:00 P.M.
Doctor: Eduardo Gómez Cerón, “Una lectura contemporánea del Memorial de Agravios de Camilo Torres Tenorio (1809)”(Miembro Academia de Historia del Cauca, Profesor Facultad de Derecho, Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 19 de noviembre de 2009
Lugar: Auditorio Club PopayánHora: 5:00 P.M.
Doctora: María Teresa Pérez Hernández, “Popayán, en la fundación de la República ¿Un nuevo orden en la comunidad?” (Profesora Depto. de Historia, Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 3 de diciembre del 2009
Lugar: Auditorio Club PopayánHora: 5:00 P.M.
Doctor: Marco Antonio Valencia Calle, “La Educación en la Independencia” (Secretario Comisión Bicentenario de Historia)
Fecha: jueves 10 de diciembre del 2009
Lugar: Auditorio Club PopayánHora: 5:00 P.M.
Doctor: Gustavo Zorrilla Velásquez, “Los inicios republicanos en la mirada de doña Matilde Pombo de Arboleda”(Miembro Academia de Historia del Cauca. Profesor del Departamento de Filosofía de la Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 21 de enero del 2010Hora: 5:00 P.M
Lugar: por confirmar
Doctora: Zamira Díaz López, “De los sucesos de Bayona (1808) a las Ciudades Confederadas del valle del Cauca (1811)”(Presidenta Academia de Historia del Cauca, Profesora Depto. de Historia, Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 4 de febrero del 2010Hora: 5:00 P.M.
Lugar: por confirmar
Antropólogo: Diego Alonso Paz Paz, “El puente del Humilladero: Patrimonio para preservar”(Miembro Academia de Historia del Cauca)
Fecha: jueves 18 de febrero del 2010Hora: 5:00 P.M
Lugar: por confirmar
Doctor: Carlos Sicard Medina, “¿Cómo se celebró el 20 de julio de 1873?”(Profesor del departamento de Historia de la universidad del Cauca)
Fecha: jueves 4 de marzo del 2010Hora: 5:00 P.M
Lugar: por confirmar
Doctor: Hernán Torres M., “La tradición de la Semana Santa. De la independencia hasta nuestros días”(Miembro Academia de Historia)
Fecha: 18 de marzo del 2010Hora: 5:00 P.M
Lugar: por confirmar
Doctor: Guido Barona Becerra, “Critica a los sentidos de la Independencia
(Profesor del Departamento de Historia de la Universidad del Cauca)
Fecha: 1 de abril del 2010Hora: 5:00 P.M
Lugar: por confirmar
Doctor: Edgar Velásquez Rivera, “Carlos Albán y su tiempo: el político, el científico,el militar.”(Profesor del Departamento de Historia de la Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 8 de abril del 2010Hora: 5:00 P.M.
Lugar: por confirmar
Doctor: Roberto Rodríguez, “La independencia y la justicia en el suroccidente colombiano”(Profesor Facultad de Derecho, Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 15 de abril del 2010Hora: 5:00 P.M.
Lugar: por confirmar
Doctor: Adolfo Albán Achinte, “Espacio, comida y cultura en el valle geográfico del Patía: 1930-1970”(Profesor Facultad de Ciencias Humanas, Universidad del Cauca)
Fecha: jueves 29 de abril del 2010.Hora: 5:00 P.M.
Lugar: por confirmar
Doctor: Juan Diego Castrillón Orrego, “Globalización y derechos Indígenas. El caso de Colombia”(Director Instituto de Posgrado de Derecho, Universidad del Cauca)
LIBIA MARIA PERAFAN – Coordinadora de Cultura del Cauca
MARCO ANTONIO VALENCIA – Coordinador Bicentenario Cauca
Secretario de Educación y Cultura Municipal
Ciudad
Asunto: Instalación Centro Municipal de Memoria.
Cordial saludo;
El municipio de Santander de Quilichao fue elegido por el Cauca para organizar y poner en marcha, en él, un Centro Municipal de Memoria; esta elección se hizo de acuerdo con los siguientes criterios:
En el Plan de Acción del Municipio se ha contemplado y/o incluido acciones en cultura, además de Festivales y Fiestas Patronales.
El Municipio cuenta con infraestructura cultural, vista como aquellos espacios que la comunidad emplea para la realización de actividades culturales tales como Ente cultural público; biblioteca pública; archivos; centros de formación artística; organizaciones privadas que realizan actividad cultural permanente.
En el Municipio hay presencia activa de grupos artísticos; gestores culturales; clubes, asociaciones u organizaciones de cultura; grupos que adelanten actividades comerciales relacionadas con la artesanía, la comida tradicional, el turismo cultural, entre otros.
El Municipio tiene grupo(s) de Vigías del Patrimonio Cultural, formalizado(s) frente al Ministerio de Cultura y activo en la comunidad.
Para la organización y puesta en marcha del Centro Municipal de Memoria, el Ministerio de Cultura, a través de la Oficina de Bicentenario de las Independencias, adelantará en el municipio las actividades propuestas en el cuadro siguiente, programa que se desarrollará durante el evento de Instalación del Centro de Memoria de Santander de Quilichao, el próximo viernes 20 de noviembre, a partir de las 8 a.m. en la sede de la Universidad del Cauca, carrera 9ª con calle 4ª esquina.
PROGRAMACIÓN INSTALACIÓN 20 DE NOVIEMRE
HORA
ACTIVIDAD
8:00 a 8:15 am
Introducción Bicentenario de las Independencias.
8:15 a 9:00 am
Programa Enfoque Diferencial y Acción sin Daño.
9:00 a 10:30 am
Taller de Cartografía de la Diversidad y la Memoria: Importancia de la Memoria Común como parte del Patrimonio Colectivo de nuestros pueblos.
10:30 a 11:30 am
Acerca de los Centros Municipales de Memoria.
11:30 a 12:00 m
Constitución de las Comisiones de trabajo del Centro de Memoria.
Cabe señalar que los Centros Municipales de Memoria son un ejercicio concertado entre los miembros de la comunidad y las instancias públicas y privadas que a nivel local están interesadas en la recuperación de la memoria común. Ellos buscan incentivar la construcción de un espacio de participación democrática donde se adelanten actividades, acciones y proyectos que rescaten la memoria, permita reflexionar en torno al pasado y el presente de nuestras comunidades, y facilite la creación de redes de actores culturales.
Para que esta iniciativa tenga los resultados esperados, requerimos de su asistencia a esta jornada, con el fin de aunar esfuerzos que garanticen la preservación de la memoria común como patrimonio colectivo nuestro Municipio.
Este viernes 20 de Noviembre se instala en el Municipio de Sotará la Comisión Municipal del Bicentenario, en un acto cultural que se llevará a cabo a partir de las 3:00 p.m.
Cabe resaltar, que durante la instalación de la comisión se presentará el proyecto, ‘Ruta Bicentenario a la Casa del Sabio Caldas’, que busca que durante el año 2010 sea visitada por miles de estudiantes de los 42 municipios del Departamento.
La obra del escritor Fermín Goñi que recobra la vida del intelectual que abrió la senda de la libertad.
Foto: Diana Sánchez-El EspectadorFermín Goñi, autor español de la obra ‘Los sueños de un Libertador’.
“Sin Francisco de Miranda no hubiera existido la revolución bolivariana”. La expresión es del escritor español Fermín Goñi, quien después de escudriñar las 12.000 páginas que comprenden el archivo del ilustre precursor venezolano y revisar una vasta bibliografía de más de 60 textos, en una tarea que le llevó varios años de lectura y 14 meses de escritura y edición infatigable, acaba de publicar la intensa obra Los sueños de un Libertador, la apasionante vida de “un intelectual de primer orden” que en su momento se destacó como el primer suramericano de talla universal. La saga vital del prócer venezolano Sebastián Francisco Párbulo de Miranda Rodríguez, el primero de diez hijos del matrimonio de un acreditado comerciante canario de la primera generación de inmigrantes españoles a la Capitanía General de la Audiencia de Caracas, y una distinguida criolla de reputado linaje. El hombre que después de recorrer Europa y Estados Unidos conociendo de primera mano a nueve de las diez personalidades más influyentes de su época, a sus 56 años, a bordo del bergantín Leander, partió de Nueva York a liderar la empresa de liberar a América. “Un personaje de otra dimensión”, resalta Fermín Goñi, quien a lo largo de 381 páginas distribuidas en 25 capítulos, un colofón y una proclama, con el oficio del novelista que sabe desentrañar el alma de sus personajes y recrear una época pletórica de ideales, reconstruye la aventura de un guerrero que en su momento llevó a Napoleón Bonaparte a dejar escrito en sus memorias: “Anoche cené en casa de un hombre verdaderamente extraordinario (…) Es un don Quijote, con la diferencia de que no está loco (…) En el corazón del general Miranda arde el fuego sagrado”. Una personalidad extraordinaria que vivió sin prejuicios y quiso saberlo todo, al punto que desde su natal Venezuela, cuando abrió “las compuertas de su inteligencia a los clásicos grecolatinos, y luego a Diderot, Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Cervantes, Feijoo, el padre Isla, y casi todos los que habían puesto por escrito no sólo la mejor literatura de ficción sino lo más avanzado del pensamiento de aquellos tiempos”, no sólo probó su amor por la sabiduría sino que forjó una biblioteca de 5.600 libros que a su muerte fueron subastados, salvo los que por testamento donó a la Universidad de Caracas. Y qué decir de su escritura. En el salón central de la Academia Nacional de la Historia, en la capital venezolana, como los dejó en tres baúles de cuero en Londres dos años antes de su deceso, “encuadernados en tamaño infolio, en plena piel canela, con siete nervios, tres tejuelos e hierros dorados en rombo al lomo”, quedaron para la posteridad los 63 volúmenes de su archivo. Y en ellos, su sueño americano denominado “Colombeia”, la Gran Colombia que descubrió Colón para Occidente a finales del siglo XV, y Miranda edificó en la mente de quienes heredaron su espíritu revolucionario y combativo. Entre ellos Simón Bolívar, el Libertador de cinco naciones, “el alumno que en su carácter impetuoso no supo entender a su maestro” y lo entregó a los españoles en el ocaso de la primera República en Venezuela. ¿Por celos, por desconfianza, por salvar su cabeza, por que ese fue el acuerdo con el capitán de fragata español Domingo de Monteverde? Lo cierto es que en julio de 1812, el joven coronel Bolívar puso preso a Miranda. “Bochinche, bochinche, esta gente no sabe hacer sino bochinche”, fue el comentario del cautivo que rememora el escritor Fermín Goñi en su magnífica novela.
Y después cuatro años de oprobiosa prisión para un libre pensador. En la cripta de La Guaira, en Venezuela; en la bóveda del castillo de San Felipe, en Puerto Cabello; en los bajos de las casamatas del castillo de San Felipe, en San Juan de Puerto Rico; y en La Carraca, en Cadiz (España), donde poco a poco Francisco de Miranda fue cediendo a tormentosos dolores de cabeza que derivaron en apoplejía, hasta el 14 de julio de 1816 cuando sin una queja murió en la enfermería, horas después de expulsar sus últimas palabras: “Que gobiernen las putas. A sus hijos ya los conocemos. Dejadme morir en paz”.
“En estos tiempos de bicentenario independista en América hay que conocer al inductor y autor intelectual de esa revolución continental”, recalca el escritor Fermín Goñi, quien además sostiene que “no es justo ni transparente que se trate de un líder histórico invisibilizado”. Y añade resaltando uno de los epígrafes de su novela: “Miranda fue el primer sudamericano culto que Europa conoció”. No admitirlo o negarse a estudiar su vida y obra, es como permitir que la Santa Inquisición que lo persiguió por leer libros, siga imponiendo su atraso para España y América. No hay otro suramericano del cual se pueda decir que tuvo trato con George Washington, Thomas Jefferson, Alexander Hamilton o John Adams de la revolución norteamericana; que se sentó a manteles con Napoleón Bonaparte; que compartió amigos y agasajos con el Duque de Wellington; que en primera fila asistió a un desfile del rey Federico II de Prusia; que quedó impreso en la leyenda urbana de que pudo tener amores con Catalina la Grande de Rusia; o cuyo nombre siga impreso en el Arco del Triunfo que exalta a los grandes generales de la Revolución y el imperio francés.
Con las presillas del ejército español combatió en Marruecos, Argel y la Florida; en defensa de la Revolución Francesa comandó a 70.000 efectivos en los países bajos; o recorrió Europa enarbolando la libertad que defendió con sus actos; hasta que acosado por la justicia española y la retrógrada Inquisición, un día concluyó cuál era su destino americano: “Si queremos ser nosotros mismos, si la libertad hemos de conseguirla con sangre (...) si tiene que haber guerras, tampoco ha de temblarme el pulso, por más que la faena arrase nuestras vidas”. Con ayuda británica, en 1806 encabezó la expedición a Venezuela y logró constituir su primera república, pero ante el contraataque realista y la firma de un armisticio en 1812, un grupo de sus segundos, entre ellos Bolívar, lo entregó al ejército español. Lo demás es tristeza y el escritor Fermín Goñi lo describe al comienzo y final de su obra con magistral crudeza. “Con la cara marchitada por la fiebre, los labios reventados por la pus, la lengua llagada, purulenta, y sin dar una queja, así pasó al oriente eterno” el primer Libertador de América.
Coincidencia o no, la vida desbordada de Miranda se apagó en la madrugada del 14 de julio de 1816, la misma fecha en que se celebra la libertad de Francia. “Un intelectual superlativo, un hombre superior a la ineptitud y envidia de sus contemporáneos detractores, el primer combatiente del que autodenominó ejército colombiano, con la bandera tricolor que aún distingue con diversos matices a Venezuela, Ecuador y Colombia”, concluye Fermín Goñi. Leer su obra es sumergirse en un momento estelar de América, que no enaltece por igual a todos sus baluartes.
AUTOBIOGRAFIA DEL ESTUDIANTE ALEJANDRO ORDOÑEZ RENZA SELECCIONADO ENTRE LAS 200 PREGUNTAS PROYECTO HISTORIA HOY
Mi nombre es ALEJANDRO ORDOÑEZ RENZA, nací el día 3 de marzo de 1994, en el municipio de Corinto Cauca. Mi madre es Luz Olivia Ordoñez Renza, comerciante y mi padre Javier Tobias Bautista (fallecido). Durante mi niñez me caracterice por mis amplias capacidades académicas, curse la primaria en la escuela La Colombiana, donde me destaqué en áreas como: matemáticas, sociales y biología; mis virtudes investigativas y competitivas me permitieron logros en reiteradas ocasiones, izar la bandera en los periodos académicos. Actualmente curso estudios en grado décimo en la institución educativa INCODELCA, donde he estudiado desde el grado sexto, y a la cual he representado en diferentes eventos académicos interinstitucionales, locales y regionales. Me gusta la lectura, la investigación, y cuento con habilidades que he desarrollado durante mi preparación académica, permitiéndome competir en el actual proyecto de investigación Historia HOY, aprendiendo con el bicentenario de la independencia.
Su pregunta numerada con el 133 en la lista seleccionada: “¿Qué tipo de participación política tuvieron los grupos étnicos durante las juntas de gobierno?”
Con entusiasmo histórico, despliegue de Estado y un año de anticipación, arrancaron en firme los actos conmemorativos del bicentenario de la Independencia.
1810-2010, el ciclo republicano de nuestra democracia, incluyendo aquellos años en que la corona española recobró parcialmente su hegemonía militar y se encontró con un aguerrido Ejército libertador que en 1819 se alzó con la victoria. La gesta patriótica de nuestros héroes tutelares que regresa de su pasado glorioso y legendario para encontrarse con las nuevas generaciones ávidas de saber cómo fue la génesis de nuestra nacionalidad.
Con el liderazgo de la ex viceministra de Cultura María Cecilia Donado y el concurso de varias entidades oficiales, desde hace varios meses viene trabajando en este propósito la Alta Consejería para el Bicentenario de la Independencia. Una instancia gubernamental de primer orden que no ahorrará esfuerzos para que en los próximos meses la sociedad vuelva sus ojos a la historia nacional, pero no sólo aquella que escribieron nuestros próceres en los campos de batalla, sino también la que dejaron impresa en nuestra idiosincrasia los hombres y mujeres del común con su legado de creencias y costumbres.
El pasado y el presente que se encuentran en una misma geografía de encrucijadas ancestrales, donde Colombia ha crecido significativamente, y con ella su gente, a imagen y semejanza de nuestros grandes líderes en todos los campos del saber humano. Por eso la celebración de los 200 años de la Independencia va más allá de hacer remembranza sobre la empresa militar que la hizo posible, y desde los pueblos indígenas, los palenques, las ciudades o las grandes haciendas de las cinco regiones en que se divide el país, también surge una red de versiones que hoy da cuenta de lo que ha sido nuestra visión social.
Lo definió con meridiana claridad el escritor mexicano Carlos Monsiváis cuando escribió que esta es una extraordinaria oportunidad para revisar temas y problemas, hazañas y derrotas de la región entera y dejar a un lado el intercambio de medallas, las ediciones conmemorativas o la remodelación de los edificios. En otras palabras, es ir más allá de la simple efemérides para entrar a analizar a fondo las realidades orgánicas de Colombia y América Latina. Una ocasión propicia para revisar la memoria histórica y, de alguna manera, compartirla socialmente. La reconstrucción del inventario nacional para entender las tareas urgentes por realizar y los desafíos por cumplir.
Una oportunidad múltiple que dimensiona el valor de la celebración bicentenaria, que esta semana abre fuegos en varios escenarios. En primer término, a través de la Ruta Libertadora, que entre el 19 de julio y el 7 de agosto, emulando al Ejército libertador de Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, repetirá el trazado de su proeza militar. Partiendo de Tame (Arauca) y pasando por cada uno de los poblados que se recorrieron hasta llegar al Puente de Boyacá, sólo que esta vez será una legión de artistas e intelectuales, acompañados de militares, quienes irán dejando en cada recodo del camino su testimonio de país. Simultáneamente, se anuncia para el próximo fin de semana la celebración del Gran Concierto Nacional, otro evento que nos inserta en la conmemoración bicentenaria. En vez del tradicional desfile militar, desde el 20 de julio pasado se institucionalizó una jornada artística en más de 900 municipios que ya fueron testigos del nuestro poderío musical. Ahora se repite la dosis con una propuesta en la que se mezclan ritmos autóctonos y sonoridades mundiales en más del 97% del territorio nacional. "Colombia es nuestro mejor concierto", dicen algunos de los artistas convocados para esta masiva celebración. Extraordinario preámbulo a un año de masiva celebración del bicentenario de nuestra Independencia y por extensión de nuestra vida democrática.
teatro Heredia: Evento: Encuentro con nuestra historia octubre 2009
Escrito por Rosa Elba Pérez Hernández Domingo, 20 de Septiembre de 2009
Generación XY es la generación de mexicanos (XY) y mexicanas (XX) nacida entre los años 1962 y 1979, que ha crecido y vivido entre permanentes crisis económicas, nunca ha conocido el país del que hablan los libros de texto de la SEP, pero que, afortunadamente, creció al ritmo de las canciones de Timbiriche... Aún no termina septiembre de 2009 y el Año del Bicentenario ya ha sido vapuleado antes de siquiera nacer.
Ya es común escuchar largos silencios de ciudadanos haciendo cálculos y malabares con fechas:
-Oye... ¿y por qué Bicentenario?
-¡Ah, sí! Es que son 200 de la Revolución y 100 de la Independencia... No, ¿verdad...?
No me salen las cuentas...
-¿No eran al revés?-A ver... sí, en 1492...
- ¡No, ese fue Cristóbal Colón, que ni siquiera llegó a México, t...!-Entonces ¿se cuenta desde Hernán Cortés?-¡Sí, esa es... la Conquista... No, la Revolución, pero como sale la “revolución” zapatista, ya me confundí.
Esta es una transcripción verídica de una conversación entre profesionistas después de las once de la noche. Copas de tequila Bicentenario antes y después.Confusión, celebración, borrachera y cruda, todo alrededor del Bicentenario.Pero ¿en 2009 estamos en una cruda adelantada o rumbo a una borrachera de celebración?¿Por qué la polémica en contra de la celebración del Bicentenario? ¿Por los excesivos gastos en murales, cohetes de feria, eventos, etc., en medio de la crisis?Todo depende de para qué utilicemos el Bicentenario: para entender la cruda realidad de nuestra Historia o para celebrar y emborracharse con murales y fiestas.Una luz de explicación. Héctor Aguilar Camín y otros intelectuales latinoamericanos preparan en este momento ensayos sobre el estado de ánimo y emociones con los que los cuatro países que registran su respectivo Bicentenario, es decir, Perú, Argentina, Chile y México, reciben (o enfrentan) la celebración.
El estudio está en su punto de partida, pero Aguilar informa de las conclusiones entre los intelectuales:“Los ánimos nacionales de esos países, después de dos siglos de existencia, son la melancolía argentina, el aislamiento colombiano, la promesa chilena y el pasmo mexicano”.
En cuanto al “pasmo” de México, su estado de ánimo frente a su Bicentenario... el latín spasmus describe:“Admiración y asombro extremos que dejan en suspenso la razón y el discurso”; “rigidez y tensión convulsiva de los músculos” o “efecto de un enfriamiento que se manifiesta por dolor de huesos y otras molestias”.De eso se trata la “cruda”: no de los gastos excesivos en 2010 sino del espasmo ya identificado por muchos por la tensión entre privilegios y derechos, del dolor de la pobreza, de las molestias de la corrupción en México.
La comezón cerebral y miradas desconcertadas reflejan el estado de ánimo hacia la cuestionada celebración. Son las emociones encontradas que se despiertan al pensar en estos dos siglos de existencia de México.Si el resultado fuera negativo, ¿365 días para recordarnos el dolor?Tal vez una semana de efemérides (el cumpleaños de Pancho Villa, el número de campanazos que dio el cura Hidalgo, etc.) habría sido suficiente.
Pero no es justo enfrentar el subconsciente estado de ánimo nacional con bombos y platillos, carreteras o nuevos edificios.¿Borrachera o cruda? ¿Con las celebraciones olvidaremos la cruda de que en el pueblo de Corralejo, lugar de nacimiento del cura Hidalgo (y una inmensa estatua de 40 m) solo haya una única computadora en el único cibercafé del pueblo? Si el cura hubiera querido llamar a la independencia vía internet en Corralejo (estilos políticos en Irán, ex Alemania Oriental o China) y si esa computadora “tronara”, no habría habido independencia...Pero evadamos el pesimismo. Sí es posible celebrar logros en 200 años: Que nació el PRI. Que murió el PRI (por un ratitito). Que el PAN llegó al poder. Que el PAN va en caída libre. Que la mujer mexicana logró el voto en los 60. Que el sentido común detuvo a una mujer de competir por la Presidencia en 2006. Que Emiliano Zapata gritó “tierra y libertad”. Que el gobernador de Guanajuato dijo: “La refinería es nuestra lucha por la tierra y la ganamos”. Que han nacido Solidaridad-Oportunidades. Que nació el IMSS. Que quebró el IMSS. Que nació el Seguro Popular. Que se crearon los sindicatos. Que desaparecieron los sindicatos. Que el general Cárdenas nacionalizó el petróleo. Que actualmente hay una repartición igualitaria del petróleo en las tuberías del país. Que se firmó el TLC. Que los empresarios logran aplazar indefinidamente las importaciones del TLC. Que nació el Poder Judicial en México. Que salió de la cárcel la indígena analfabeta Jacinta que golpeó agentes judiciales. Que México pareció neutral en la II Guerra Mundial. Que México no fue neutral en la II Guerra Mundial. Que hay alfabetización casi universal. Que nace el sindicato de maestros para dar prestaciones.Que una líder fuerte los garantiza indefinidamente. Que con nuestra Doctrina Estrada los mexicanos regalamos al mundo “el derecho al respeto ajeno es la paz”, la posibilidad de armonía y los mexicanos somos conocidos y queridos en el mundo. Que tenemos el orgullo de tener dos corporativos de impactos transnacionales: Carlos Slim y el cártel del Golfo (y asociados).Hay elementos que restan, otros que suman. De ahí, el asombro, la rigidez, el “pasmo” con el que enfrentamos el Bicentenario.No se trata de quejarse sino de explorar el estado de ánimo, de analizar lo que ha pasado bien y mal en nuestra Historia, qué o quiénes hicieron bien o mal y de acuerdo con qué criterios. Y por qué no, hacerlo también individualmente y tener nuestra propia opinión. La duda, la pregunta, el temor a las respuestas, esto es, como dijo Aguilar Camín, lo que explica la polémica sobre la muerta, antes de nacer, “celebración” del Bicentenario.Por eso se necesita tomar un tequila, para olvidar y gozar el Bicentenario. Para convertir el dolor en celebración. Por eso necesitamos un tequila, para olvidarnos del estado de ánimo con que enfrentamos el Bicentenario y las emociones conflictivas que nos despierta revisar los dos siglos de existencia del país.Además, el tequila también da ánimos. ¿Para las elecciones presidenciales de 2012? ¿Para animar a Juanito a que se anime? ¿Para que nos vaya mejor en el Mundial de futbol de Sudáfrica?Dicen que para curar una cruda, no hay nada mejor que seguir emborrachándose.
QUÉ ES EL BICENTENARIO? En el transcurso del año y hasta llegar al 20 de julio del 2010, cada día hay una noticia relacionada con el bicentenario, en la medida muchas instituciones van adhiriendo sus eventos en honor a los 200 años de independencia de Colombia del yugo español, gracias al compromiso de los ciudadanos con las fechas patrias de la nación.
El Bicentenario es el punto de llegada de una historia común llena de luchas, despotismo e intentos por ganar espacios para la paz y la democracia; pero al mismo tiempo, es el punto de partida para que los próximos 200 años sean para construir una sociedad más inclusiva, pacífica y justa en todos los sentidos.
EL ESPÍRITU DE LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO ESTAN EN:
1. Es un hecho que trasciende lo meramente protocolar.
2. Es una oportunidad para reflexionar de manera colectiva en el pasado y en la forma cómo vamos a transformar el futuro.
3. Es una oportunidad para reiterar la vocación de libertad y la necesidad de paz nacional, a pesar de la diversidad regional, política y social.
4. La interculturalidad colombiana permitirá que la conmemoración del bicentenario deje conocer las diversas percepciones y críticas sobre un mismo acontecimiento.
5. Las celebraciones son participativas e inclusivas. El carácter oficial de la celebración se articulan con las iniciativas ciudadanas abriendo espacios y oportunidades para manifestaciones al margen de lo oficial.
6. Involucra intensamente, con carácter protagónico central, a los jóvenes y a los niños, dejando de lado toda limitación a lo formal y abriéndose a manifestaciones y eventos no tradicionales.
7. Es una oportunidad para avanzar en el posicionamiento de los criterios de inclusión, equidad y de lucha contra toda forma de discriminación, racismo, xenofobia, etc.
8. Es una ocasión para el fortalecimiento de la memoria colectiva, rescatando el patrimonio urbano, natural, intangible, etc.
9. Es el marco en el cual se discute y trabaja la “identidad y la diversidad”, generando un imaginario denso sobre esos elementos.
10. El Bicentenario debe permitir reconocer las personalidades sobresalientes en todos los ámbitos de actividad histórica, pero al mismo tiempo destacar el valor de las personas comunes que hoy en día, ayudan a formar identidad, paz y democracia.
Al hablar de la independencia siempre se recuerda con mayor facilidad la independencia de Estados Unidos y las batallas suramericanas como la batalla de Boyacá, la batalla de Carabobo, la batalla de Pichincha, etc. etc.Pero las que no recordamos, las que preferimos no recordar son aquellas en donde nuestro pueblo ha sufrido derrotas, como en las batallas de la resistenica indígena, entre otras cosas por que a nosotros los mestizos no nos gusta recordar que en cierta forma nosotros también somos descendientes de los indios, así es preferible sentirse españoles o descendientes de los peninsulares.
Pero cuan orgullosos se sentirían si supieran cuan valerosos fueron los valientes que vendieron cara su vida en la resistencia contra los bandidos españoles que venían invadiendo nuestro territorio, unos desde el Perú y otros desde el Cabo de la vela. Pero hablemos de la resistencia de los indios del Cauca, los patíos en primer lugar que enfrentaron valerosamente a los bandidos Juan de Ampudia y Pedro de Añasco bajo el mando del gran jefe invasor Sebastián de Belcázar, después los pubenenses que con mucho valor se enfrentaron a los españoles en la batalla de Maztales y luego en la batalla de Guazábara en el Tambo. allí entregaron su vida los caciques Payán, Sachacoco y Calambás, podríamos hablar muchas otras batallas pero por ahora digamos que esas fueron las primeras batallas que se pelearon en nuestro territorio por la independencia.
LA BATALLA DE MAZTALES La historia tradicional dice que Timbío fue fundado el 1º de abril de 1535. Su fundador invariablemente es el teniente Juan de Ampudia, pero que dice la otra historia?.La otra historia dice que esta tierra hacía parte del Imperio Pubenés y que en Timbío se encontraba la Fortaleza de Maztales construída por un cacique de su nombre, por orden del cacique Pubén.
Aquí vendieron cara su vida los hombres más valientes del ejército pubenés y sus mujeres que peleaban hombro a hombre con los hombres para defender la libertad de la patria pubenés.Era el mes de abril de 1535. Dice el historiador Vergara Cerón que celebraban una fiesta por la llegada de los yalcones bajo la dirección de sus jefes, que venían de la falda oriental del Volcán Puracé.“De pronto todo fue alarma y animación en la populosa ciudad, motivadas por la noticia de que fuerzas militares muy numerosas, comandadas por extraños guerreros, avanzaban sobre el campo fortificado de Maztales. La comisión pedía refuerzos y explicaba que no se trataba de tribus vecinas, sino de poderosos efectivos que acababan de esclavizar a las agrupaciones de aborígenes del Valle del Patía”. (Vergara Cerón, Carlos: Los Pubenenses: 1958)Mil quinientos soldados del fuerte Yambitará, fueron enviados por los caciques Yazgüén y Payán a órdenes del cacique Calicanto. El cacique Payán también marchó apresuradamente para ponerse al frente de sus tropas.
Juan de Ampudia, los soldados españoles y una tropa de indios yanaconas, llegaron a la fortaleza. Los centinelas pubenenses al ver que se acercaban los invasores dieron la alarma y de inmediato se escuchó la algarabía de música de chirimías y gritos de combate de los pubenenses.Los españoles enviaron a un sacerdote que leyó un requerimiento por el cual se les informaba a los indios que el Papa era representante de Dios en la tierra y que él había dado estas tierras al rey de España y que por lo tanto ellos le debían obediencia al rey sino, ellos serían culpables de la violencia que se diera allí.
Los Pubenenses no entendían nada del Papa, ni de reyes extranjeros: a ellos sólo les interesaba defender sus tierras y su libertad, así empezó la batalla de Maztales: “El cacique Payán ordenó a sus honderos que dispararan sus guaracas, mientras la chirimía volvía a resonar alegremente enardeciendo a los guerreros con sus aires de triunfo. Para la reacción del espíritu combativo de los pubenenses fue salvadora la orden de su general pues muchos jinetes y caballos rodaron por el suelo, derribados por las violentas pedradas de los guaraqueros, lo cual hizo que se oyeran en las murallas gritos de victoria”. (Vergara Cerón, Carlos: Los Pubenenses: 1958).
Vergara Cerón dice que el combate se prolongó por varios días, hasta que el cacique Calicanto abandonó la fortaleza por orden del cacique Payán, para ír a la capital en busca de refuerzos. El cacique Sachacoco le cubrió la retirada pagando este acto con su vida.La puerta por donde salieron el cacique Calicanto y sus soldados fue aprovechada para entrar con la caballería. “En la parte central del parque se encontraba el cacique Payán rodeado por sus hombres de confianza, al lado flameaba la bandera amarilla del imperio. Grande fue la mortandad de ambos ejércitos. Finalmente llegó la hora de enfrentarse a los dos jefes: Ampudia se lanzó contra el fuerte principal y fue recibido por la macana del cacique y dice la historia que la muerte estuvo a punto de caer sobre Ampudia, pero otra vez la lucha desigual se impuso y el cacique Payán cayó al pie de su bandera”.
(Vergara Cerón, Carlos: Los Pubenenses: 1958)
La batalla siguió por varios días, buscando la retirada, los pubenenses encontraron mas muerte. La princesa Amolanga, esposa del cacique Payán, también entregó su vida defendiendo la libertad de su patria.
Los muertos de la batalla de Maztales fueron enterrados un poco más arriba, donde colocaron tres cruces de madera que posteriormente le dio el nombre al caserío que está hoy sobre ese sitio y se denomina: Las Cruces. (Solís Gómez, Luis Jesús Solís: Los pueblos del Cauca.
BATALLA DE GUAZABARA En el Municipio del Tambo, en la Llanura de Guazábara cerca a la población, se libró “las más grande batalla de América” al decir de Carlos Vergara Cerón y de Jaime Zúñiga Salazar, entre los bandidos españoles y los indios patriotas que luchaban por su libertad.“Jorge Robledo y Martín de Amarote, con 14.000 soldados atacaron a 24.000 pubenenses al mando del cacique Calambás, quien los derrotó. En la batalla fue herido Calambás, quien siguió hasta Guazabarita, donde pereció a manos de los españoles.
El segundo día en nuevo encuentro con las tropas españolas de Miguel López Muñoz, pereció valientemente el cacique Novirao y centenares de pubenenses. Días después los caciques Calibío y Chisquío se vieron obligados a rendirse. Después de siete días de lucha en una refriega que duró un mes, el Cacique Yazgüén ordenó la retirada, dejando herido a Belalcázar a manos del cacique Kaldera. En Guazábara combatieron los indios pubenenses, yalcones, paeces, calandaimas, jaguas, chisquíos, coconucos, jamundíes, guacacallos, guambías, andaquíes, calotos, anaconas, piaguas, y yaquilgos, que rubricaron con su sangre el heroísmo de su raza en defensa de la libertad de sus dominios”. (Zúñiga Salazar, Jaime: Geografía del Cauca:1965).
Señor Director: El Informe Especial de Semana sobre los símbolos que pueden condensar la nacionalidad, cuando nos aprestamos a conmemorar los 200 años de la Independencia, es relevante y útil. Pero me parece totalmente inconcebible que entre 200 personas, hechos e instituciones seleccionados, se omita a una figura de las calidades y perfil histórico del Sabio payanés Francisco José de Caldas. Difícilmente se puede encontrar alguien con mayor trascendencia en la vida del país. Desde su juventud dedicada a las ciencias, hasta su martirio por causa de la libertad, es un referente necesario para los colombianos de todas las épocas. Dejaron ustedes un gran vacío con esta omisión. Como Gobernador de los caucanos, es mi deber poner de presente nuestra inconformidad y solicitarles lo reparen de alguna forma. Atentamente,
Guillermo Alberto González Mosquera Gobernador del Cauca.
Conservo siempre memorias de una obra teatral sobre la independencia durante mis años universitarios en Bogotá, en la década de los 70. Son recuerdos vagos: rostros de algunos actores famosos, sus vestuarios y un escenario simple, pero imaginativo, que buscaba recrear una época de tan enorme significado en mis libros escolares. No así en aquel teatro, cuyo mensaje iba en contravía de lo que había aprendido en el colegio: la independencia quedaba allí despojada de importancia, si apenas un evento "burgués" que despertó aspiraciones para ser pronto frustradas, a la espera desde entonces de la verdadera revolución.
Era el espíritu del momento. En los últimos años se ha producido una "verdadera revolución" en los estudios de la historia de las independencias latinoamericanas. Los trabajos del notable grupo de historiadores que desde el miércoles participan en lo que Wilder Guerra ha llamado el "Hay Festival de la Historia", en Cartagena, así lo demuestran. Revolución en el interés, en los temas abordados y en las interpretaciones. La Alta Consejería Presidencial para el Bicentenario, organizadora del encuentro, ha tenido, además, el acierto de convocar a un amplio número de historiadores -de la capital, de las regiones y de otros países, europeos y americanos, de norte y sur-.
Algunos de nuestros escritores más notables vulgarizaron la noción de una supuesta "historia oficial" dominante, identificada por su complacencia con héroes patrióticos y su obsesión por batallas gloriosas. Es hora de abandonar el estereotipo. El vigor de la historiografía de la independencia se refleja en su gran variedad temática y perspectivas: la emergencia de la opinión pública y la composición social de los ejércitos; la economía, la ciencia y la política internacional; la educación de los letrados y el papel de los abogados; la participación de los afrocolombianos, indígenas y mujeres en el proceso emancipador -estas y otras materias, unas con mayores desarrollos que otras, forman parte de una rica historia, que merece más reconocimiento y difusión-.
Temas erróneamente despreciados como "tradicionales" son hoy objeto de renovado interés. Tal es el caso del constitucionalismo de la mal llamada 'Patria Boba', que marca precisamente el enorme significado de 1810. Fue el momento de la "revolución hispánica" liberal, según Francois-Xavier Guerra, "la tercera gran revolución del mundo occidental, después de la norteamericana y la francesa". Otros géneros de la historia, similarmente subvalorados -como el de las biografías-, deberían recibir más impulso. Hay ejemplos para emular. David Bushnell, participante en el festival cartagenero, ha escrito una reciente biografía de Bolívar que se suma a su obra clásica sobre la primera administración Santander. John Lynch acaba de publicar una biografía de San Martín. Hace poco, Karen Racine escribió un libro sobre la vida fascinante de Miranda.
"¿Quo vadis, bicentenario?", se pregunta en tono escéptico Salvador Bernabéu sobre el sentido de las conmemoraciones de la independencia (Revista de Occidente, Madrid, octubre del 2009). Con anterioridad he insistido en que la "representación" sea el gran tema de la ocasión -por ser al tiempo el origen de la emancipación y el interrogante aún no resuelto satisfactoriamente por las democracias modernas-, que ataría, además, preocupaciones comunes en ambos lados del Atlántico.
Bernabéu plantea un "desafío de la oportunidad", que me parece también apropiado: "Invertir más en educación y en popularizar los avances de los historiadores". Este no puede ser un desafío exclusivo de los gobiernos, sino también del sector privado, incluidas las casas editoriales, que podrían, con mayor imaginación y compromiso, descubrir que es posible motivar un mercado masivo de lectores para la historia. Sí, hay festival de la historia en Cartagena, sede propicia para este buen anticipo de la celebración del bicentenario. Eduardo Posada Carbó
emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras. William Shakespeare(1564-1616)
Escritor británico.
En 1988, me encontraba en París, en un viaje periodístico. Un año antes de que el gobierno francés festejara el bicentenario de la Revolución Francesa. Todo era preparar una gran fiesta a la que estaban invitados jefes de estado de materialmente todo el mundo. Parecía un gasto excesivo, cuando la invitación a un gran negocio que les dejó una buena cantidad de divisas. Los franceses participaron en todo, desde la elaboración de recuerdos, banderas, pendones, fotografías, comida, recetas… bueno, absolutamente todo. Era la gran fiesta de la Revolución Francesa que dio al mundo los principios de la democracia moderna.
Esto te lo platico estimado lector, porque año y medio antes del aniversario, estaban preparados. No por la gran fiesta, sino mas bien por que invitaban al mundo a su fiesta pero cada uno de los invitados pagaba por el espectáculo. El aniversario, al año siguiente, dejó una derrama de dólares, en varios días de la fiesta, que fue similar a la organización de unos juegos Olímpico. En México, estamos 11 meses de los festejos del bicentenario de la Independencia y del centenario de la gesta revolucionaria y no se ha hecho nada. Sólo algunas obras de infraestructura demagógica que de bicentenario tiene únicamente el nombre. Lo que podríamos aprovechar para que, con poca inversión, pudiera captar algunos millones de dólares y en promoción de nuestros destinos turísticos. Nadie ha movido un solo dedo y los organizadores, donde aparecieron personajes como Cuauhtémoc Cárdenas y Rafael Tovar y de Teresa, prefirieron renunciar ante la falta de interés gubernamental al respecto. Estamos perdiendo una oportunidad para que una fiesta sea motivo para atraer turismo y divisas. En crisis debe surgir la creatividad. Hoy todos están inmóviles.