Jueves 18 de febrero, 2010De: Mario Pachajoa BurbanoAmigos:David Busnell, escritor, historiador y profesor norteamericano, en su libro "Colombia una nación a pesar de si misma" da las causas del rompimiento de lazos con España (Capítulo 2). Una condensación de ellas son los siguientes párrafos:
1." Al igual que en el resto de la América española, en la Nueva Granada el proceso gradual de crecimiento económico y demográfico debilitó inevitablemente los lazos imperiales con España. Los colonizados, o al menos aquellos que se preocupaban por tales asuntos, tenían cada vez más razones para considerar su propia importancia y necesitaban cada vez menos la guía de la madre patria.
Para finales del siglo XVIII, la gran mayoría de blancos eran criollos nacidos en América y no españoles peninsulares, como tales, se sentían menos apegados a la tierra de sus antepasados que la suya propia. Los mestizos, para no mencionar a los negros ni a los indígenas, tenían razones aún mayores para sentir que la suya era una identidad diferente. La Nueva Granada era distinta de España no solamente en su topografía y su conformación demográfica, sino también en sus funciones y estructuras económicas y su forma de vida"."Estas disparidades eran, una vez más, similares a las de otros lugares del imperio, aunque con variaciones en su importancia relativa. Por ejemplo, existía la queja común contra las restricciones comerciales impuestas por España, es decir, la prohibición de cualquier negociación directamente con puertos fuera del imperio, aunque en caso de emergencia bélica se otorgaban permisos excepcionales. Tales licencias se concedieron muy a menudo en la época final de la Colonia, puesto que el compromiso de España en las guerras de los periodos revolucionario y napoleónico franceses hacía imposible que la madre patria intentara siguiera proveer a las colonias de los productos que necesitaban".
2. "En la Nueva Granada era mucho más importante la rivalidad fundamental entre los criollos y los peninsulares o españoles europeos. La rivalidad, que incluía discriminación contra los criollos en la adjudicación de puestos en los niveles altos de la administración, discriminación en asuntos comerciales y menosprecio por parte de los altivos españoles hacia los americanos, se convirtió en fuente fundamental de descontento a lo largo y ancho de los territorios coloniales. Pero no hay evidencias de que la rivalidad presentara características especiales ni de que asumiera mayor intensidad en la Nueva Granada". "También hubo desafecto en el sistema político español, que no permitía expresiones de representación política, excepto en el nivel de la administración municipal, bajo la forma de los cabildos.
Los que ansiaban la independencia real conformaron por mucho tiempo una pequeña minoría, pero otros aspiraban por menos a una mayor autonomía dentro del marco del imperio español"."Las nuevas ideas desafiaron la censura y otros obstáculos, pero llegaron, como la ejemplarizante independencia de las colonias británicas del gobierno imperial. Difícilmente se habría podido mantener en secreto esa noticia, cuando España misma, apoyó abiertamente a las colonias angloamericas en su esfuerzo".
3."La rebelión de Los Comuneros en la Nueva Granada fue una de las dos más notables sublevaciones hispanoamericanas (la otra fue la sangrienta revuelta de Tupac Amaru en el Perú). La relación precisa de esta revuelta con el posterior movimiento independentista es tema de debate, aunque por lo menos se la debe considerar como antecedente; pero el movimiento comunero tiene una correspondencia clara con la independentista de las colonias inglesas, puesto que se inició como protesta contra el alza de los impuestos, establecida precisamente para costear la participación de España en la guerra independentista de los Estados Unidos, del lado de los revolucionarios angloamericanos. En Nueva Granada se necesitaba dinero para mantener la gran base naval de Cartagena; para conseguirlo, tanto el monopolio gubernamental del tabaco como el del aguardiente subieron sus precios".
"Los decretos fiscales entraron en vigencia a comienzos de 1781 y con ellos se inició el malestar, en varios lugares, furibundos habitantes rompieron los avisos que se habían fijado en las paredes e inclusive quemaron tabaco y derramaron aguardiente del gobierno. El movimiento se inició como una explosión de raíz popular, que movilizó a criollos pobres y de ingresos medios así como a mestizos, que se manifestaron en contra de los nuevos impuestos y aterrorizaron a los funcionarios reales de la región".
"Los decretos fiscales entraron en vigencia a comienzos de 1781 y con ellos se inició el malestar, en varios lugares, furibundos habitantes rompieron los avisos que se habían fijado en las paredes e inclusive quemaron tabaco y derramaron aguardiente del gobierno. El movimiento se inició como una explosión de raíz popular, que movilizó a criollos pobres y de ingresos medios así como a mestizos, que se manifestaron en contra de los nuevos impuestos y aterrorizaron a los funcionarios reales de la región".
4." Antonio Nariño, bien conocido como "Precursor de la Independencia", que pertenecía a la crema de la sociedad bogotana, próspero comerciante, científico e intelectual aficionado, disponía de una imprenta en la cual realizó un acto que desde fines de 1793 le garantizó reconocimientos al imprimir la Declaración de los Derechos del Hombre, documento básico de la Revolución Francesa. Nariño, a pesar de su amistad con el Virrey, tuvo serios problemas con la autoridad. Su biblioteca, de alrededor de 2.000 libros, fue allanada y más tarde fue juzgado y sentenciado a diez años de prisión en un puesto militar del norte de África y al exilio perpetuo de América, sus propiedades confiscadas e incuso el abogado que lo defendió fue también condenado a 10 años de reclusión".
5. "Finalmente un estimulo externo fue necesario para que el movimiento independentista se pusiera en marcha y estallara. Los eventos sucedidos en España en 1808 cuando Napoleón Bonaparte depuso al legitimo Rey de España, Fernando VII, tomó presa toda su familia e instaló a su hermano como José I Rey de España. Napoleón había logrado imponer monarcas-marionetas en otros países europeos, pero en España el resultado fue un brote de protestas populares y el surgimiento de un movimiento de resistencia que a la larga fue encabezado por una Junta Central en Sevilla y trasladada luego a Cádiz, que obstinadamente rechazó a José y mantuvo su lealtad a Fernando".
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