sábado, 30 de enero de 2010

ANDRÉS Y ROSA FLORIDO

De: Mario Pachajoa Burbano
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Amigos:

Andrés y su hija Rosa Florido nacieron en Popayán y aunque no son muy conocidos, se encuentran ubicados entre los primeros de la lista de patriotas caucanos que ofrecieron lo que tenían para ayudar a crear un país soberano e independiente..

Andrés Florido el 20 de julio de 1810 era empleado de la Casa de Moneda de Popayán, al tiempo que en Santafé se tramaba la conjuración contra el virrey español Antonio José Amar y Borbón Arguedas (1742, Zaragoza-1826, Zaragoza) y estallaba el Grito de Independencia.

Andrés olvidó, en esa fecha, que se le consideraba y honraba en el Gobierno de España y abrazó con decisión la causa proclamada en aquel inolvidable día en que entregó su fortuna, que no era pequeña, sus afanes y la sirvió infatigable, sin exigir nunca remuneración alguna ni aún cobrar a su patria libre, las fuertes sumas de dinero que empleó en su redención.

El Pacificador Pablo Morillo y Morillo, conde de Cartagena y marqués de La Puerta, (Fuentesecas, Zamora, España, 1775 - Barèges, Francia, 1837) lo persiguió, lo incluyó en la lista de los que debían ser sacrificados; pero él burló astutamente su tenaz persecución para lograr el fruto de sus sacrificios al ver llegar el fausto día de Boyacá en 1819, y morir en 1821.

La hija de Andrés, Rosa Florido, fue el eje de todas las intrigas revolucionarias. No descansó un momento en la labor de la libertad. Era rica y sus recursos los invirtió voluntariamente en auxiliar a los independientes, comprar armas y elementos de guerra, ganarse los soldados enemigos con dádivas y promesas, enviar postas a llevar noticias a los campamentos de los independientes.

Pero donde más se hizo notable su patriotismo fue a la llegada de Morillo, pues mantuvo a sus expensas, (por todo el tiempo de su horrorosa pacificación en Santafé), de alimentos, vestido, cama y auxilios a sus familias, a los presos, en número de 70 cada día, inclusive costear el entierro de los que sin tener deudos, morían en el patíbulo.

Dio en préstamo al Gobierno republicano $ 14.000 que jamás cobró, no obstante que en la miseria pasó sus días y esta mujer fuerte causa de la libertad, murió de enfermera en el hospital de San Juan de Dios de Bogotá, en el año de 1857.

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