miércoles, 28 de abril de 2010

CORDOBA

El ‘Héroe de Ayacucho’ fue uno de los militares más sobresalientes en la época de la Independencia de Colombia.

Suministrada / EL LIBERAL
José María Córdova, pese a su corta vida, fue el militar antioqueño más destacado durante la gesta independentista de Suramérica.

REGINA VARONA GAVIRIA
Presidenta de Fundacaldas



En el marco de la celebración del bicentenario la Fundación Amigos del Sabio Francisco José de Caldas, Fundacaldas, rinde un homenaje a algunos de nuestros próceres más destacados en la gesta de nuestra independencia y amigos personales del ‘Sabio’ Francisco José de Caldas. En la presente edición presentamos a José María Córdova Muñoz, quien nació en Concepción, (Antioquia), el día 8 de septiembre de 1799.

Córdova fue, pese a su corta vida, el militar antioqueño más destacado durante la gesta independentista de Suramérica. A los 28 años de edad ya era General en el Ejército Libertador de Simón Bolívar.
Vivió sus dos primeros años en el municipio de Concepción, y luego su familia pasó a vivir al municipio de San Vicente, y más adelante a Rionegro.

En 1814, el ‘Sabio’ Francisco José de Caldas organizó en Medellín el Cuerpo de Ingenieros de la República de Antioquia, al cual ingresó José María.

Era el inicio de su carrera militar, que continuó con el general Emmanuel Serviez cuando éste marchó hacia el sur para apoyar al ejército patriótico que luchaba en el Cauca.

En la gesta
libertadora
El primer combate en que participó fue el del Río Palo, en un batallón comandado por José María Cabal; cumplió un brillante desempeño y el hasta entonces subteniente fue ascendido en el mismo campo de batalla a teniente efectivo luego de la derrota de La Cuchilla de El Tambo, en 1816.

En el Casanare, el joven teniente mostró un comportamiento ejemplar y dominaba el caballo como cualquier llanero, cosa que llamó la atención, pues casi ninguno de los miembros del vencido ejército sabía montar bien.

Córdova participó en la batalla del Bajo Apure, planeada por José Antonio Páez para apoderarse de la caballada de los ejércitos realistas.

Allí el León de Apure obtuvo la primera victoria patriota después de la reconquista española.
Tras la batalla, Serviez fue asesinado en noviembre de 1816, en un bohío frente a la villa de Achaguas, presuntamente por órdenes de Páez.

Córdova, que estimaba a Serviez (había sido su maestro de armas y de él había aprendido todo lo que sabía), intentó fugarse del campamento, pero fue arrestado y acusado de deserción.
Cuando un consejo lo condenó a muerte, un grupo de oficiales encabezados por el caudillo casanareño Juan Nepomuceno Moreno intercedió por él. Córdova fue perdonado y obligado a incorporarse de nuevo al escuadrón primero.

En la cúpula
libertadora
José María Córdova luchó en Venezuela a órdenes de José Antonio Páez, y posteriormente, del Libertador Simón Bolívar, con cuyos llaneros cruzó el páramo de Pisba y libró las batallas del Pantano de Vargas y el Puente de Boyacá (7 de agosto de 1819).

Nombrado por Bolívar Gobernador de su provincia natal, comandó el batallón de Cazadores de Antioquia y el 12 de febrero de 1820 derrotó en la Batalla de Chorros Blancos, un arroyo en jurisdicción del Municipio de Yarumal, Antioquia, al coronel español Francisco Warleta, quien pretendía apoderarse de Bogotá y abrir un corredor estratégico desde Cartagena hasta Quito y Lima.

También en 1820, Córdova barrió de realistas las sabanas de Corozal y comandó el sitio de Cartagena hasta la capitulación de dicha plaza.

En 1822 se le encargó unirse a las tropas del General Antonio José de Sucre, acantonadas en Ecuador. Sellaron la independencia de esta Nación con la célebre batalla de Pichincha.

El General José María Córdova tomó parte en la Batalla de Ayacucho, en Perú, batallando en el ejército patriota de Antonio José de Sucre, más tarde gran Mariscal de Ayacucho.

La acción de Córdova fue decisiva para vencer al virrey José de la Serna, a la sazón comandante del ejército realista español. Esta contundente victoria condujo de inmediato a la independencia del Perú y a la creación de Bolivia.

El “Héroe de Ayacucho”, como lo llamarían en adelante, pronunció durante la decisiva batalla una famosa arenga que es recordada cuando se piensa en dicha batalla: ¡Soldados, armas a discreción; de frente, paso de vencedores!, tras insurreccionarse posteriormente contra la dictadura de Bolívar.

Cuando se produjo la conspiración del 25 de septiembre de 1828, Córdova apoyó irrestrictamente a Bolívar, pero un hecho fortuito (el abrazo de uno de los conspiradores, Pedro Carujo) hizo que Manuela Sáenz emponzoñara las relaciones entre el Libertador y el héroe de ‘Ayacucho’.

Sin embargo, Bolívar siguió apoyándolo y lo nombró para que fuera al Cauca y luego a Neiva a combatir la rebelión de los generales José Hilario López y José María Obando, quienes habían derrotado a Tomás Cipriano de Mosquera y obstaculizaban los planes del Libertador para hacer frente a las tropas peruanas del general Lamar, que habían tomado Ecuador.

Sus últimos años
Para aplastar la rebelión de Córdova, en Bogotá se organizó un ejército de ochocientos hombres, con varios oficiales extranjeros, al mando del general de brigada Daniel Florencio O'Leary.

De Cartagena salió otro contingente al mando del general Montilla y del teniente coronel Gregorio Urueta.
El general Córdova organizó la defensa, pero la vil delación de uno de sus subalternos, Miguel Ramírez, permitió a las tropas de O'Leary avanzar sobre seguro.

El enfrentamiento definitivo tuvo lugar el 17 de octubre de 1829 en la planicie de El Santuario; el equilibrio de fuerzas era totalmente desfavorable al ‘héroe de Ayacucho’, pues sólo contaba con trescientos hombres y quince jinetes.

Luego de un sangriento combate, Córdova se encontró herido e indefenso. O'Leary ordenó al teniente coronel de origen irlandés Rupert Hand que ultimara a Córdova, y el subalterno cumplió con la criminal orden, asesinando vilmente a sablazos al ‘Héroe de Ayacucho’.

HOMENAJES AL HÉROE PATRIO
Como homenaje a las ejecutorias y en memoria de José María Córdova, uno de los departamentos de Colombia lleva su nombre, el Departamento de Córdoba, escrito erróneamente con B, ya que el prócer siempre escribió su nombre con V.

Además, el Aeropuerto Internacional José María Córdova ubicado en el municipio de Rionegro, Antioquia y que sirve a la Ciudad de Medellín, fue nombrado en su honor.

TODO UN GALÁN
A propósito de la vida sentimental de José María Córdova, hay que subrayar que, durante su vida en los campamentos militares, su figura y su valentía le habían hecho muy atractivo para el sexo opuesto.

Conquistaba a las mujeres con la misma facilidad con que luego se alejaba de ellas, y parecía que nunca colmaba sus ansias de amar.

Por su escenario sentimental pasaron muchas damas de todas las alcurnias. En tiempos de la liberación de Antioquia, cuando ejercía el cargo de comandante general de la provincia, tuvo como amante a Manuela Morales y Leiva.

No hay comentarios: