sábado, 5 de junio de 2010

RESEÑA FORO DEPARTAMENTAL DEL BICENTENARIO


MUCHOS OTTOS

Cuando un niño de escasos 11 añitos finalizó su intervención y dijo: ¡Yo quiero cambiar a Colombia!, el auditorio del Colegio Champagnat de Popayán, anfitrión del FORO EDUCATIVO DEPARTAMENTAL 2010, rompió en aplausos. Él pertenece al grupo de la institución educativa INCODELCA de Corinto, que junto al grupo de la institución CERRO ALTO del municipio de Caldono, fueron seleccionados para representar al Cauca en el gran foro nacional del Ministerio de Educación, por un jurado que al estilo de los conclaves papales, casi no puede mostrar humo blanco en su consenso. Pero es que no era para menos. Diez y nueve experiencias educativas de todos los rincones del departamento, mostraron porqué el magisterio caucano, está cambiado la costumbre antipática de un discurso político antes que académico y se ve comprometido con la sociedad de una manera amable y proactiva.
Instituciones educativas de talante e identidad sin límites; maestros con esfuerzos personales que rayan en sacrificios de santos; jóvenes despiertos, inteligentes, investigativos y con visión de futuro y un gobierno departamental metido en el cuento de la educación moderna, a la que le ha apostado con seriedad y esmero, son el marco de las “fotos” que pudimos tomar durante dos días de una fiesta educativa de verdad regocijante.
Los profesores son los coordinadores de las ponencias basadas en más de 300 preguntas que los mismos alumnos elevaron al Ministerio de Educación durante una convocatoria con el tema del Bicentenario de la gesta libertadora. Pero la sorpresa de las experiencias significativas participantes es que no se limitaron a un concepto puntual, anecdotario y memorista de los hechos de la historia independentista, ¡no!, son proyectos educativos que rescatan nuestro legado ancestral, diseñando acciones que rebosan las muros de los colegios y se desbordan al entorno social que rodea su geografía, dejando huellas del talante de un museo arqueológico y de una ruta turística del libertador Bolivar, en el municipio de Corinto a nombre de su antepasado el General José María Obando, ó proponer quien creyera, la alimentación sana recuperada de sus costumbres que motiva la historia de la independencia, como en el caso de esta silenciosa pero efectiva forma de educar, enclavada en Caldono. Curiosamente los seleccionados pertenecen a colectivos humanos que cuando salen a estudiar, deben percatarse de no pisar minas quiebrapatas; despiertan cansados por no haber conciliado el sueño en noches terreroríficas de balas y bombas; buscan angustiosos en el cielo los desmadrados “tatucos” con el logotipo de las FARC, que vuelan sin control sobre sus poblaciones o tal vez en muchos casos, en vez del colegio deben asistir a los entierros de vecinos y familiares muertos en la maldita guerra que los envuelve. Son proyectos de vida a nombre del Bicentenario, que permanecerán en el tiempo aunque a la narco-guerrilla no le convengan, porque traen solución social, empleo y bienestar popular.
De otro lado, el talante de los Morales Benítez con nuestro entrañable Otto a la cabeza, deleitó la intelectualidad de los participantes en conferencias magistrales con el estilo y la profundidad que este hijo adoptivo de “Popayán la culta”, (así la denomina el historiador) siempre nos ha traído. La tesis de un pueblo mestizo sin distingos de blancos, negros indígenas o criollos, son el zumo de la conferencia que inspiró en el auditorio del Instituto Universitario de Comfacauca intitulada: La independencia, una fiesta de mestizos e indígenas. Olimpo el otro Morales Benítez, aplicó sus conocimientos en conferencia denominada El mestizo espiritual, expresión de la independencia. ¡Humor y profundidad en el análisis!
Como si fuera un nombre genérico, qué cantidad de OTTOS que se están formando en el Cauca a través de una educación diferente y diseñada a futuro.

Manuel Ignacio Cárdenas Valdenebro
Micardenas2@yahoo.com

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